La palabra psicología proviene de la combinación de los vocablos griegos psikhe, que significa «alma» o «actividad mental», y logia, que significa «estudio». Entonces, tal como lo sugiere su morfología, la psicología es la disciplina que se encarga del estudio de los procesos mentales y del comportamiento humano.
La diversidad y la complejidad del comportamiento humano son tales que dieron lugar para que, a lo largo de los años, se desarrollaran distintas ramas de la psicología que intentan estudiar, explicar y tratar en profundidad las patologías y los diferentes aspectos de la conducta humana.
Algunas de las especialidades de la psicología son:
- la psicología cognitiva,
- la psicología clínica,
- la psicología jurídica,
- la psicología escolar o psicología de la educación,
- la psicología de las organizaciones y
- la psicología forense, entre otras.
Cada profesional puede optar por la rama que prefiera, especializándose en ella para brindar un mejor servicio a sus pacientes. Ahora bien, cuando una problemática excede los límites de su especialidad, el terapeuta podrá entonces derivar a los pacientes a otros profesionales para que puedan obtener la ayuda que necesitan.
Si aún no tienes claro qué especialidad quieres seguir o si quieres conocer más sobre el tema, en este artículo te presentamos algunas de las especialidades de la psicología y te explicamos brevemente cada una de ellas para ayudarte a decidir.
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¿Cuáles son las especialidades de la psicología?
Al tener como objeto de estudio a la mente, la psicología es capaz de abordar un gran número de aspectos relacionados a la salud mental. Esto se traduce en un número mayor de especialidades disponibles y, por ende, en un mercado laboral más vasto para los psicólogos, al menos en comparación con otras disciplinas.
Algunas especialidades se enfocan en un trastorno psicológico determinado (problemas de estrés, ansiedad, anorexia, etc.), otras en un grupo de personas determinado (niños, adultos o ancianos) y otras prefieren poner el foco en el ámbito de desarrollo (escuelas, centros deportivos, empresas, etc.). A continuación, te contamos brevemente de qué se tratan algunas de las especialidades más populares de la psicología.
Psicología clínica
Cuando alguien habla o piensa sobre el trabajo que un psicólogo realiza en su consulta, la psicología clínica es, posiblemente, el estereotipo que acude a la mente de la mayoría de las personas. En esta especialidad, el terapeuta se ocupa en su consulta de detectar y tratar aquellos problemas psicológicos que afectan a la calidad de vida de sus pacientes. Mediante la psicoterapia, los psicólogos clínicos trabajan con el paciente para intentar cambiar los patrones de conducta que contribuyen a su problema.
Terapeuta y paciente en la consulta tradicional. Fuente: Pexels.
En algunas ocasiones, el paciente puede presentar trastornos mentales más graves. Estos casos requieren que el psicólogo trabaje de manera conjunta con un psiquiatra para poder ofrecerle el tratamiento adecuado.
A su vez, dentro de la psicología clínica, el terapeuta puede dedicarse a tratar a ciertos grupos de personas o ciertos tipos de problemas puntuales. Algunas de las especialidades dentro de la psicología clínica son:
- Psicología de pareja o familiar: especializada en ayudar a parejas o familias que estén atravesando dificultades, generalmente en sus relaciones interpersonales. Mediante la terapia familiar, el psicólogo intentará mejorar la comunicación entre los miembros de la familia con el objetivo de contribuir a la resolución de los conflictos.
- Psicología de la salud: el psicólogo analiza y trata la relación que existe entre una enfermedad física y su posible desencadenante psicológico. El trabajo del terapeuta no está centrado en curar la enfermedad física, sino que se ocupa de tratar sus causas a nivel psicológico o de desarrollar planes de prevención para la salud mental.
- Psicología gerontológica: se centra en tratar a personas mayores y abordar el proceso de envejecimiento.
Psicología social
Esta especialidad estudia y explica el comportamiento humano según el contexto social en el que el sujeto se encuentra. El psicólogo social considera cómo la presencia de otras personas (ya sea física o implícitamente) afectan a su paciente. Por su carácter social, es una especialidad muy ligada no solo a otras ramas de la psicología, tales como la psicología comunitaria o la psicología de las organizaciones, sino también a la sociología.
Grupo de personas dentro de la sociedad. Fuente: Pexels.
Sexología
Dentro de la psicología clínica se encuentra la especialidad de la sexología, que se centra en estudiar y resolver cuestiones relacionadas a la sexualidad de los seres humanos, tanto a nivel psicológico como a nivel fisiológico.
Aunque su aplicación más evidente es en torno a las disfunciones sexuales, la sexología también se ocupa del bienestar sexual del paciente, sin necesidad de que exista algún problema subyacente.
Psicología de la educación
El foco de atención de la psicología educativa se encuentra en los procesos de aprendizaje y el desarrollo humano dentro de un ámbito educativo. En esta especialidad, el psicólogo busca comprender las formas de aprendizaje de los seres humanos en los programas educativos, no solo en marcos de educación formal, como escuelas o universidades, sino también en organizaciones, empresas e, incluso, dentro de núcleos familiares. El objetivo del psicólogo es aplicar técnicas para lograr que el aprendizaje se realice de la manera más efectiva posible.
Esta rama suele ir de la mano de la psicología del desarrollo, la cual estudia los cambios de comportamiento del individuo conforme va madurando o se va desarrollando.
El psicólogo educativo suele tener un rol fundamental a la hora de resolver conflictos dentro de entornos educativos. Además, interviene en el proceso de orientación vocacional, ofreciendo su ayuda al momento de decidir el futuro académico y profesional del paciente.
Psicología del deporte
Es la rama de la psicología que se dedica a trabajar con deportistas. El objetivo del psicólogo del deporte es implementar herramientas que ayuden a mejorar el rendimiento psicológico de los deportistas con los que trabaja, además de impactar positivamente en el rendimiento físico.
Algunas de las temáticas que se abordan desde esta especialidad son:
- Manejo de estrés.
- Desarrollo de la autoestima del deportista.
- Uso de técnicas para el buen trabajo en equipo.
- Sesiones educativas.
- Aprendizaje a través del deporte.
Grupo de deportistas en una sesión de entrenamiento. Fuente: Pexels.
Psicología empresarial o institucional
La psicología empresarial o institucional centra su trabajo en empresas y organizaciones. El objetivo del psicólogo empresarial es analizar, comprender y mejorar las relaciones que establecen los trabajadores en su ámbito laboral a los fines de crear un buen clima de trabajo y aumentar su productividad.
El psicólogo empresarial puede llevar a cabo algunas de estas tareas:
- Evaluación psicológica del trabajador (sus motivaciones, fortalezas y debilidades).
- Introducción de buenas prácticas para fortalecer las relaciones intralaborales.
- Selección de personal junto a profesionales de recursos humanos.
- Cursos formativos para los trabajadores.
- Charlas enfocadas en mejorar el clima laboral.
- Implementación de estrategias para aumentar la productividad.
Estas son solo algunas de las actividades que desarrolla la psicología organizacional o empresarial. Al trabajar en todo tipo de organizaciones, las posibilidades y necesidades de aplicación son casi ilimitadas, aunque cambiarán de acuerdo con el sector en el que se desempeñe. Debido a su versatilidad, es una de las ramas que más interés ha despertado en los últimos años.
Grupo de empleados en una reunión de trabajo. Fuente: Unsplash.
Psicología del marketing
Esta rama de la psicología se especializa en realizar investigaciones orientadas a descubrir cómo un producto o servicio puede volverse atractivo para el cliente. El psicólogo trabajará dentro de organizaciones colaborando no solo en campañas de marketing y publicidad, sino también en el diseño mismo del producto, ayudando a determinar, por ejemplo, cuáles son sus cualidades más deseables. En otras palabras, el objetivo de la psicología del marketing es aumentar las ventas mediante el uso de estrategias que impacten en la voluntad de compra del cliente.
Además de tener una evidente relación con la psicología empresarial debido a su campo de desarrollo, la psicología del marketing también trabaja conjuntamente con la psicología de la Gestalt. Esta última analiza cómo nuestro cerebro utiliza todos los sentidos para dar forma y sentido a la información que recibe.
Psicología forense
La psicología forense es la especialidad que se ocupa, dentro del ámbito jurídico, de asesorar a los jueces y a los tribunales a los fines de contribuir a esclarecer los procesos delictivos. Con este objetivo en mente, el psicólogo forense llevará a cabo algunas de las siguientes tareas:
- Realización de peritajes psicológicos.
- Evaluación del estado mental de los acusados y de las víctimas.
- Análisis sobre la veracidad de los testimonios y las declaraciones de ambas partes.
- Asesoramiento a familiares de personas que cumplen una condena en la cárcel.
- Trabajar con presidiarios para ayudarlos a reinsertarse en la sociedad.
Neuropsicología
La neuropsicología es una rama de la psicología que se ocupa de estudiar la relación entre la conducta humana y el cerebro, tanto en aquellas personas que han sufrido algún daño cerebral como en personas sanas.
Cuando existe algún daño o lesión en el sistema nervioso, el neuropsicólogo realiza una evaluación para determinar cómo estos afectan a los procesos cognitivos, el estado de ánimo y el comportamiento general del paciente.
La neuropsicología clínica también resulta de vital importancia para tratar a pacientes que padecen enfermedades como la demencia, el Parkinson o el Alzheimer.
El cerebro humano: cómo algunos daños cerebrales afectan la conducta. Fuente: Unsplash.
¿Qué rama de la Psicología tiene una mayor salida laboral?
Sin lugar a dudas, la especialización es una gran herramienta para conseguir diferenciarse de los demás psicólogos en el mercado. A través de un máster o posgrado puedes desarrollar conocimientos más precisos sobre algún ámbito de la salud mental que encuentres interesante y aprender las herramientas necesarias para ser un profesional reconocido en esa área.
Ten en cuenta que elegir una rama tradicional no significa tener más pacientes. Además, corres el riesgo de acabar haciendo algo que no despierte tu interés y eso puede repercutir en la calidad de tu trabajo.
Lo mejor será optar por aquella especialidad o rama que más te guste, pues solo así te será más fácil mantenerte al día con los conocimientos y las buenas prácticas que todo profesional de la salud mental debe tener. Además, podrás disfrutar de tu trabajo como terapeuta y desarrollar las características necesarias para ser un buen psicólogo. Por otro lado, elegir una rama menos tradicional podría hacer que te conviertas en pionero de una especialidad menos explorada por otros profesionales.
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