¿Cómo ser un buen psicólogo?

A menudo a tu consulta llegan pacientes con situaciones que requieren poner en práctica una serie de habilidades sociales para lograr una mejor experiencia terapéutica. Son esas características que definen a un buen psicólogo las que te permiten mejorar como profesional y seguir al pie de la letra las directrices del Código Deontológico del Psicólogo, el cual establece una serie de pautas para guiar el comportamiento de los profesionales de la salud mental.

En las próximas líneas te explicamos en qué consisten estas habilidades sociales que te ayudarán a convertirte en un buen profesional de la psicología.

Si después de leer este artículo te apetece descubrir en primera persona todo lo que te ofrece Nuna, anímate a probarlo. Además, ¡es completamente gratuito! 

Las habilidades de un buen profesional de la psicología

Dentro de las características que definen a un buen psicólogo, podemos hacer una diferenciación entre: las hard skills, aquellas relativas a los conocimientos teóricos, como pueden ser tener un grado en psicología o ciencias de la salud, un máster o cursos de especialización; y las soft skills, aquellas que están relacionadas con los rasgos de la personalidad y las habilidades interpersonales de todos los seres humanos.

En este artículo nos centraremos en las soft skills y cómo pueden ayudarte a ser un mejor profesional de la psicología.

Un paciente con su psicólogo en la consulta. Fuente: Unsplash.

Empatía y paciencia

Ponerte en el lugar del paciente y entender cuáles son sus miedos, anhelos y circunstancias, te permitirá abordar la terapia de una manera más cercana. A su vez, esto hará que el paciente tenga una mayor confianza en ti.

Esta soft skill te ayudará a comprender el punto de vista del paciente ante un tema en el que puede que no estés de acuerdo y te facilitará adaptar tu posición ante dicho tema para mejorar la relación terapéutica.

Mente abierta

Esta habilidad social es una de las principales características que definen a un buen psicólogo. No tener prejuicios, estereotipos ni ideas preconcebidas sobre el paciente o su caso es fundamental para construir una buena relación terapéutica. A tu consulta pueden llegar personas distintas, con historias y culturas que quizá no coinciden con la tuya. Tener apertura mental y ser empático ante esas situaciones te ayudará a captar su esencia para poder asistir a tus pacientes.

La apertura de mente se obtiene con la experiencia, con la exposición a distintas formas de pensar y de vivir. Cuanto más salgas de tu zona de confort en el marco de la terapia, mayor amplitud tendrá tu mirada. Esto te permitirá entender y aceptar situaciones que antes no hubieras imaginado, logrando así que tus pacientes tengan una mejor experiencia durante la consulta.

Asertividad

La asertividad es un concepto ligado a la inteligencia emocional y que tiene mucho que ver con nuestras habilidades comunicativas. Ser asertivo, entonces, es una de las características que definen a un buen psicólogo. Cuando hablamos de un psicólogo asertivo nos referimos a un profesional que comunica de forma efectiva aquello que quiere transmitir. 

Dentro de esa comunicación deben primar el respeto hacia otros puntos de vista y la empatía. Un buen comunicador se dirige a los demás seres humanos de forma clara y firme, pero siempre teniendo en cuenta los sentimientos y la recepción de quien escucha. 

 

Capacidad de escucha: un buen psicólogo es un buen oyente

Otro de los elementos fundamentales que debe tener todo buen psicólogo es la capacidad de escuchar atentamente todo lo que se dice durante el momento de la terapia psicológica. Cuando se crea la atmósfera adecuada para que el paciente se abra y se sincere, el psicólogo debe escuchar sin interrumpir para que la otra persona pueda expresarse con libertad.

Dentro de esta capacidad de escucha también están los silencios. Estos suelen ser habituales durante la consulta y resultan reveladores sobre cómo los asimila el paciente: sus movimientos, sus gestos, su postura, etc. Por tanto, además de un buen oyente, debes ser también un buen observador.

Habilidades comunicativas

Llevar la teoría a la práctica a través de las palabras es uno de los grandes retos a los que se enfrenta el psicólogo, así como una de las características deseables a la hora de afrontar una buena relación durante la consulta.

Dominar las habilidades comunicativas te permitirá interactuar apropiadamente con el paciente y generar las preguntas claves para detectar la raíz de su problema o desbloquear cualquier situación complicada que pueda generarse durante las sesiones. Dominar la comunicación también está relacionado con administrar correctamente el tiempo de la sesión, logrando que la conversación se distribuya de manera eficaz a lo largo de la consulta.

Organización y planificación 

¿Sabías que organizar y planificar bien las consultas también son características que definen a un buen psicólogo? Los elementos que rodean la terapia de un paciente, más allá de la sesión en sí misma, también son importantes.

Estar al día con todas esas tareas administrativas te permitirá aprovechar mejor las sesiones con el paciente y convertirte en un buen profesional de la psicología. Para esto es recomendable contar con un software que te ayude a ordenar las citas, la gestión del tiempo, etc. Nuna, por ejemplo, cuenta con diversas funciones para ayudar a los terapeutas con la organización y la planificación de sus consultas.

Adaptabilidad

Los pacientes agradecen que el psicólogo pueda adaptarse a su realidad y sea flexible a la hora de llevar a cabo las consultas. Actualmente, la posibilidad de realizar las sesiones vía online es un recurso muy demandado por los pacientes, por lo que ofrecer esta modalidad es un plus que debes tener en cuenta al momento de brindar tus servicios.

Entre las funciones para ayudar a los terapeutas que posee Nuna, tienes herramientas como el vídeo y el chat encriptado para llevar a cabo sesiones de terapia incluso en remoto, si así lo necesitas.

 

Sesión de terapia. Fuente: Unsplash.

Capacidad de análisis

En el listado de las características que definen a un buen psicólogo, ser capaz de analizar e interpretar lo que cuenta el paciente es una de las que no puede faltar. Durante las sesiones no se debe cortar ni interrumpir el flujo de la conversación, excepto en aquellos momentos clave en los que el paciente dice algo digno de señalar.

Esta forma de actuar durante la terapia te dará como resultado sesiones en las que el paciente se podrá explayar para explicarte su punto de vista y tú solo tendrás que incidir en las partes más relevantes.

 

Capacidad para identificar cuándo es necesario derivar al paciente

En tu consulta se presentarán pacientes a los que no podrás tratar, ya sea porque existe un conflicto de intereses, porque no estás formado en la especialidad que necesita el paciente o por otros motivos de diversa índole. En cualquiera de estas situaciones debes tener claro en qué casos es recomendable referir los pacientes a otros profesionales y qué mecanismos tienes a tu alcance para hacerlo.

Tener un listado de profesionales es indispensable para estas situaciones. En el caso de Nuna, la herramienta ofrece un directorio online para encontrar psicólogos por región y especialidad, entre otros filtros.

Un buen psicólogo nunca deja de aprender 

Como has comprobado, entre las características que definen a un buen psicólogo hay que incluir también aquellas habilidades sociales que están más allá de la formación académica. Muchas de estas cualidades se aprenden con la experiencia y ejerciendo la profesión. Mejorar estas soft skills te permitirá desarrollar habilidades personales como la empatía, la comunicación asertiva o la capacidad de ponerse en el lugar del paciente, algo que tus clientes valorarán y agradecerán enormemente.

Si después de leer este artículo te apetece descubrir en primera persona todo lo que te ofrece Nuna, anímate a probarlo. Además, ¡es completamente gratuito!